CÓMO ESTUDIAR PARA LOS EXÁMENES FINALES EN 4 SENCILLOS PASOS.
1. Identifica tus metas. Antes de empezar a estudiar, es importante que identifiques tus metas. Elige una calificación meta para cada examen y piensa en lo que necesitarás hacer para conseguir esa calificación. Sé realista; considera qué tan bien te ha ido todo el año, tu entendimiento del material, y la ventana de tiempo que tienes para estudiar. No pongas metas muy bajas tampoco. Intenta esforzarte y lograr poner en uso todo tu potencial.
2. Haz un plan de estudio. Hacer un plan de estudio efectivo y realista es un componente vital para que te vaya bien en los finales. Planear tu estudio te asegura que tendrás todos los materiales que necesitas listos antes de que lleguen los finales, por lo tanto minimizas el estrés y maximizas tu productividad. Aquí hay algunas cosas que debes considerar: Haz una gráfica de tiempo con tus actividades actuales. Agrega las clases, trabajo, tiempo que pasas con tu familia y amigos, etc. Esto te permitirá ver cuánto tiempo libre tienes para estudiar. Desarrolla un horario de estudio que vaya bien con tu gráfica de tiempo. Usa el tiempo entre clases, el camino entre la casa y la escuela y cualquier otro rato libre que tengas para estudiar. Ten en mente que una hora de estudio diario es más productivo que 5 horas seguidas una vez a la semana. Determina tus metas de estudio. No solo debes escribir guías vagas como “estudiar biología”, tu plan de estudio tiene que ser específico. Separa tu material por estudiar en temas específicos y tareas, y acomódalas en tu horario de estudio. Da espacios de 20 minutos para la información pequeña y no muy pesada, y hazte a la idea de que te aprenderás esa información al final de esos 20 minutos. Apégate a tu horario. Un horario de estudio no sirve para nada si no lo cumples. Por eso necesitas ser realista. Toma en cuenta los descansos y las distracciones potenciales cuando estés haciendo el plan, para que no tengas excusas si se presenta la oportunidad. Si te ayuda, piensa en el estudio como un trabajo. No tienes otra opción más que hacerlo.
3. Empieza a estudiar con tiempo. Esto puede parecer pan comido, pero entre más temprano empieces a estudiar, más preparado estarás antes del examen. Empezar temprano te asegura que tendrás tiempo de cubrir todo el material necesario, tiempo para hacer exámenes de práctica e incluso tiempo para leer material extra, que puede darte una ventaja. Empezar a estudiar con tiempo también te ayudará a sentirte menos estresado y ansioso, y con más confianza en ti mismo Idealmente, debes hacer que el estudio sea parte de tu rutina semanal durante el ciclo escolar, no solo durante la época de exámenes. Debes prepararte para las clases leyendo el material necesario, junto con otros artículos que tengan que ver con el tema. Platica con tus profesores, haz preguntas sobre las cosas que no entiendas y toma muchas notas, ya que es material invaluable para estudiar después. Después de clases, revisa el material y reescribe las notas que tomaste durante clases. Esto te ayudará a retener mucho mejor la información para cuando vengan los exámenes. No pospongas. Todos son culpables de posponer las cosas en algún momento, pero cuando se acerquen los finales debes hacer un esfuerzo en grande para evitarlo. Ve tu horario de estudio como si estuviera grabado en piedra. Si realmente estudias cuando dices que lo vas a hacer, minimizas el riesgo de dejar todo el estudio para la semana o noche justo antes del examen. Puede ser tentador dejar el estudio para el último momento posible, pero esta es una forma muy poco efectiva de estudiar. Dejar todo para el final baja tus posibilidades de realmente retener toda la información y aumenta dramáticamente los niveles de estrés. ¡Así que no pospongas!
4. Reúne todos tus materiales. Junta y organiza todos los materiales y fuentes necesarias para que pases tus exámenes. Junta tus notas de clase, exámenes viejos y tareas, cualquier información que te hayan dado en clase y los libros de texto relevantes. Usa legajos, marca-textos y post-its para organizar el material y hacer que la información más importante esté accesible fácilmente. Lee tus notas de clase y subraya palabras clave, fórmulas, temas y conceptos. Tus notas de clase son una fuente de estudio invaluable ya que son más breves que los libros de texto y te dan más ideas sobre lo que el maestro puede llegar a enfatizar en el examen. Pide prestadas sus notas a tus compañeros para compararlas con las tuyas si sientes que no están completas. Encuentr libros de texto diferentes a los que usas normalmente. Un libro de texto alternativo te ofrece información adicional que hará que te destaques entre tus compañeros, o puede tener una definición parafraseada de una forma que te ayude a entender por completo de lo que está hablando.
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